Hace un par de meses la población chilena optó por reemplazar las ampolletas ordinarias por ampolletas de “ahorro energético”, con el fin de aplacar el alza de los precios. Estos son cambios pequeños que provocan que un elemento tradicional sea desplazado por nuevas tecnologías o tendencias.
Es esta relación entre un la ampolleta y la súbita metamorfosis en “insecto” lo que generó el contraste más notorio en este trabajo, el cual es una suma de antagonismos: blanco y negro; orgánico e inorgánico; presentación y representación.
La analogía entre “presentar” lo que fue elaborado mecánicamente y “representar” manualmente lo que una determinada persona ve, se traduce a una ilustración que cuenta con la vida y con el movimiento que plantea el trabajo mediante los insectos.
La aglomeración de las ampolletas caducas aludiendo a insectos y de sus respectivos dibujos cumplen con la nueva visualidad de la “ampolleta-insecto”, la cual intenta afirmar que para ser original solo basta con mirar un objeto precario y situarlo en un espacio donde tenga que decir algo diferente a lo que el espectador esta acostumbrado a leer de él, donde el discurso además tenga una dirección lo suficientemente flexible para crear nuevos diálogos. Por otro lado se hace presente el rescatar un objeto que dentro de algún tiempo no volveremos a ver.